domingo, 5 de septiembre de 2010

El perdón, un sentido para la vida

En una sociedad en la que impera la violencia, el odio, los rencores y buscar la vida fácil, sobresale un grupo de jóvenes que gracias a su experiencia en EPJ buscan el perdón, la aceptación, la felicidad y el encuentro con ellos mismos y con los demás, con Dios como guía.

Lina Marcela
Cardona Mejía


Las drogas, el alcohol y los atracos por ‘desatinar’ eran el mundo para Miguel Castañeda* a los 13 años. Pero como todo joven él tenía un referente e ideal en su vida y ese era su padre, Jairo Castañeda, quien lo apoyó en los momentos más duros y le decía que luchara por ser alguien en la vida.

Un nuevo barrio, las malas amistades y decisiones equivocadas hicieron que Miguel se mantuviera alejado de su hogar y optara por vivir lo que el creía era algo ‘bacano’. Un día a uno de sus amigos lo apuñalaron y como él mismo dice “ahí cogí escarmiento” y decidió contarle lo que estaba viviendo a su padre.

“Mi papá me llevó a Carisma cuando le conté que tiraba sacol y me dijo que estaba cayendo muy bajo, pero al llegar allá y ver que me tenía que internar no me dejó, porque según él (el papá), no creía que yo fuera tan mala persona”, afirmó Miguel.

El padre de Miguel hace tres años vivía con su hijo gracias a que se había pensionado y ya podía dedicarse a su familia, por lo que desde ese momento Miguel trató de hacer las cosas mejor. Esa fue una de las principales razones por las que ingresó a estudiar una carrera en la Universidad de Antioquia.

Esta nueva etapa lo ayudó, porque sentía el apoyo de su padre y no quería defraudarlo, pero los designios de la vida son raros y luego de un tiempo su papá se murió y otra vez la vida de Miguel comenzó a tambalear en ese momento creyó que ya nada tenía sentido.

No había pasado mucho tiempo de la muerte de Don Jairo, y Miguel, que trabaja cerca de la iglesia de Santa Gema, vio que siempre se reunía un grupo de jóvenes en el salón social que se reían, cantaban y mostraban una felicidad que él quería experimentar, por lo que decidió ir a preguntar quiénes eran y si se podía unir a ellos.

“Yo veía que se reunía mucha gente, mucho joven y los veía muy alegres y cada que la gente salía de allá, salía gritando cosas, salían felices, entonces me autoinvité y una señora me dijo que tenia que ir a un Encuentro, pero no me decía que era, sólo me decía que era lo mejor que me podía pasar en la vida, pero no me contaba nada”, relató Miguel, quien entre risas cuenta que ha sido muy unido a Dios y que “el que reza y peca empata”.

El grupo EPJ
El grupo de jóvenes alegres que gritaba cosas y se veían felices era el EPJ (Encuentros de Promoción Juvenil) que hace 30 años existe en la ciudad, en la iglesia Santa Gema. Ellos decidieron voluntariamente acercarse a Dios y buscar la felicidad desde lo que les gusta y quieren ser.

Estos Encuentros se realizan cada 4 ó 5 meses y son los mismos jóvenes que asistieron a Encuentros pasados, Emproistas, los que invitan a otros, porque quieren que sus amigos o familiares vivan esta experiencia de reconciliación en el que son guiados por un coordinador y 7 jóvenes, quienes están en un proceso de varios años para transmitir el mensaje a otros jóvenes. También está una pareja de padres, quienes están ahí para amar y apoyar a los asistentes, y un asesor espiritual o sacerdote.

La finalidad del movimiento es “evangelizar al joven a través de los mismos jóvenes, que el joven sea el que hable de Dios, que él sea quien muestre las formas concretas para tener una experiencia o una cercanía con Dios o que el joven sea capaz de entusiasmar a otros”, asegura Héctor Peña, sacerdote de la iglesia Santa Gema y asesor del movimiento. El lema es: Jesús Tipo de Hombre Nuevo.

La música, el arte, el cine, las experiencias de los guías y los compañeros, las actividades que se realizan en Casita Blanca, en La Estrella, son la forma como este grupo de jóvenes entregan el mensaje de vida, de superación y de Dios a todos los asistentes, que desde el primer día ven en ese grupo de personas a una nueva familia.

http://www.elmundo.com/sitio/noticia_detalle.php?idcuerpo=2&dscuerpo=La%20Metro&idseccion=54&dsseccion=Primera%20P%E1gina&idnoticia=131286&imagen=&vl=1&r=noticia_detalle.php&idedicion=1537

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